martes, 3 de junio de 2008

Dirt In The Ground‏ / You Said Something‏

Podría ponerme a discurrir sobre el efecto que una mañana solitaria, un viaje en colectivo y una tarde fría y gris en el lugar equivocado le causan a un espécimen humano que, aún luchando desde hace años, todavía no logra curarse de su adicción a la melancolía y otras cosas. Pero me van a entender mucho mejor si bajan las luces, se calzan los auriculares y escuchan “Dirt in the ground”, quizás el tema más deliciosamente desolador que Tom Waits haya escrito alguna vez.

Debería estar feliz y contento. Pero algo me pasa y no sé bien qué es. Molestia que molesta cuando no debería ni siquiera incomodar. Si indago un poco me doy cuenta de que ese clavo en la zapatilla se llama 'estado de presunta agresividad'. Sin saber por qué ni cómo, uno se vuelve agresivo en las palabras, en los gestos, en las miradas profundas.
Intento otorgarle el crédito de esa agresividad a los miedos. ¿Miedo a qué? A que todo sea una gran mentira, una perfecta farsa tramada por los demonios más inteligentes y creativos del mundo. Miedo a la derrota cuando siempre hablo de triunfos. Miedo a que el amor ideal sea de plazo corto, incluso hasta que sea algo negativo. Es que a veces depender o creer que se depende mucho de una persona me pone un poco de mal humor cuando ya estoy de mal humor; hace que deje de ser independiente como siempre fui, o al menos me consideré. Aunque no deja de ser, en una de mis contradicciones más grandes, algo fantástico y prometedor.Tanto análisis no es conveniente cuando uno tiene temores. Simplemente porque todo está sujeto a este pésimo estado de ánimo, y toda explicación posible pende de una variación de milésimas de segundos.
lo cierto es que hoy todo me da miedo. Situación que me convierte en un gran pelotudo a cuerda. Otro día me dedicaré al análisis correspondiente. Ahora me dejo llevar por 'You Said Something' de P. J. Harvey

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