martes, 10 de junio de 2008

Esto es más o menos así:

Hago cuentas. Son más o menos 59 personas las que me quieren. Y es una bocha. Alguien decía que el que te quieran es una responsabilidad enorme. A mí no me lo parece porque el cariño es una energía renovable. Al menos en mi caso. Afectivamente soy zarpado de salud.
Conozco personas que sufren diferentes tipos de trastornos al respecto. Algunas veces hice ingentes esfuerzos por ayudarlas a resolverlos. Pero hay casos graves, bloqueos emocionales que no los desatascás ni con todo el cariño y la buena voluntad del mundo.
Alguna que otra vez lo conseguí.
Pero a veces no, son casos complicados. Corazones acorazados que se van resecando con el tiempo y llega un momento en el que ni te das cuenta si laten o no.
Con este tipo de minusválidos sentimentales es mejor no perder mucho tiempo. Es un gasto de energía inútil y por más renovable que sea la energía de mi amor, tampoco es cuestión de hacer abuso.
Entonces pienso que si hay por lo menos 59 personas que me quieren, puedo quererlos a todos y a los que no, los que están por debajo del límite de pobreza emocional, que se jodan.
Yo podría querer a unos cuantos más. Unos doscientos o trescientos, más o menos.
Quiero decir: hay espacio y cantidad y la cosa es que hay por lo menos 59 y de ellos me hago cargo.
Con responsabilidad
Pero más con gusto y placer.

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